ENTREVISTA PARK HEE-KWON Embajador de Corea del Sur en España/ El nuevo representante del país asiático asegura que “las reformas son siempre dificultosas, pero en España se han tomado exitosamente”.
Hace dos meses que Park Hee-kwon (Gwangju, 1957) fue nombrado embajador de la República de Corea del Sur en España. Las relaciones comerciales entre ambos países han crecido en los últimos años y en 2012 los coreanos fueron los primeros inversores asiáticos en España, con más de 300 millones de euros. Hyundai, Samsung y LG son algunas de las marcas coreanas más reconocibles en el mercado español. A la vuelta del verano, el Rey Felipe VI viajará al país asiático para promocionar la expansión de firmas españolas.
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| Park Hee-kwon, en su despacho de la Embajada de Corea del Sur en Madrid. |
–¿Cree que España es ahora un país más atractivo para invertir que hace tres años? Sí, lo creo. Estoy muy contento de que España esté recuperando el crecimiento económico. Corea del Sur fue el primer inversor asiático en 2012. Una de las operaciones más destacadas ha sido la instalación de una planta de lubricantes en Cartagena por parte de la surcoreana SK en colaboración con Repsol. También destacan las fábricas de Hyundai-KIA, Samsung, LG… Se prevé que la inversión de las empresas coreanas siga aumentando en los próximos años en sectores como la automoción, la electrónica y también en el transporte y la logística, ya que España es un punto geográfico estratégico que conecta Europa con África y el mundo árabe. En sentido contrario, también creo que la presencia de compañías españolas en Corea del Sur va a crecer, aunque paulatinamente.
–¿Qué opina de las reformas que se están produciendo en la economía española? Aprecio mucho las medidas de reforma estructural adoptadas por el Gobierno. En todos los lugares del mundo, las reformas son siempre dificultosas, pero en España se han tomado exitosamente, y su efecto empezará a notarse este año y cada vez más conforme pase el tiempo. Veo el futuro de la economía española con optimismo. Yo viví en España hace 30 años, y ya entonces supe ver el potencial de su mano de obra. España y Corea tienen cosas en común: ambos han atravesado un proceso desafiante de democratización y aperturismo económico en un plazo breve.
–Corea del Sur está en una zona delicada. Además de sus vecinos del norte, Japón ha anunciado que reforzará su sistema militar para hacer frente a China… En Asia se están produciendo unos cambios tectónicos. Además de la expansión de China, Japón está reemergiendo y Corea del Norte es un país anacrónico que siempre persigue el poder nuclear. Estos son los factores clave que afectan a la geopolítica asiática y, a diferencia de Europa, nosotros carecemos de un mecanismo multilateral que contribuya a la resolución de los conflictos. Los conflictos son una posibilidad creciente por varias razones: razones históricas, territorialidad, seguridad marítima, etcétera. Nosotros tenemos un concepto llamado “la paradoja asiática”: nuestros países dependen económicamente los unos de los otros pero en los ámbitos de la política y la seguridad la relación no es la deseable. Por esta razón, la presidenta surcoreana Park Geun-hye impulsó la creación de la Iniciativa de Asia Noreste por la Paz y la Cooperación, destinada a incrementar la confianza entre los países de la zona.
–¿Cómo son las relaciones diplomáticas entre Corea del Sur y Japón? Japón es un país amigo con el que tenemos relaciones económicas muy importantes. Pero desde el punto de vista histórico y político, Japón no ha demostrado su voluntad por resolver determinados sucesos recientes. Algunos son muy graves, el de las mujeres surcoreanas sometidas a esclavitud sexual durante la Segunda Guerra Mundial [Seúl acusa a Tokio de que el Imperio Japonés obligó a 200.000 adolescentes surcoreanas a prostituirse entre 1940 y 1945]. Por eso creemos que el reforzamiento militar japonés es muy preocupante para los países vecinos, nosotros entre ellos. Corea del Sur y China son dos países que han sufrido la penosa ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, por lo que Japón debe adoptar una política transparente y convincente para despejar dudas.
–EEUU y la UE prevén crear en 2015 la zona de libre comercio más grande del mundo. ¿Es una amenaza para las relaciones comerciales de Asia Pacífico y, en concreto, de Corea del Sur? No lo creo. Corea es el único país asiático que ya tiene firmados sendos acuerdos de libre comercio con EEUU y la UE. Para nosotros el comercio es muy importante, y por eso tenemos firmados acuerdos con 47 países. Las relaciones comerciales abiertas y liberalizadas son lo más conveniente para nosotros, por lo que contemplamos la firma del Tratado Transatlántico no como amenaza, sino como oportunidad. Ese acuerdo no solo beneficiará a EEUU y UE, sino al mundo entero.
–¿Es Corea un competidor de España a la hora de convertirse en socio comercial preferente de países latinoamericanos como Perú o Chile? Desde sus inicios, las relaciones entre las empresas coreanas y españolas han sido más de colaboración que de competencia, y han formado alianzas en el mercado latinoamericano y les está yendo muy bien. Por ejemplo, la petroleras SK y Repsol están trabajando juntas en una planta de licuefacción de gas en Lima, y está siendo un buen negocio. En Latinoamérica están surgiendo una gran cantidad de proyectos relativos a la sanidad, el tratamiento y gestión de aguas, el tráfico, la seguridad o el medioambiente y la calidad del aire. Y es en estas áreas de oportunidad donde empresas coreanas y españolas pueden ofrecer soluciones de forma conjunta soluciones. Mi misión como embajador es seguir fortaleciendo este tipo de relaciones.
– El éxito arrollador de Apple, Google y demás tecnológicas americanas parece que ha dejado en un segundo plano a Asia, siempre pionera en este campo... El actual modelo económico coreano está basado principalmente en las exportaciones, por lo que dedicamos muchos recursos a I+D e industrialización. Es lógico que se den condiciones de competencia con otros mercados avanzados tecnológicamente, como puede ser el estadounidense, pero estoy convencido de que nuestra competencia con esas beneficia a la Humanidad entera porque, como resultado de la innovación, los precios acaban bajando y se descubren nuevos productos, lo que enriquece nuestra vida. La competencia, por lo tanto, es muy buena.
