Corea del Sur ha revelado que el 93% de los estudiantes de secundaria se gradúan a tiempo. No existe deserción escolar. En menos de 40 años, Corea del Sur se ha convertido en una potencia económica mundial donde el peso recae en su capital humano.
El país destaca por tener una alta proporción de alumnos en franjas de excelencia académica en el informe PISA, de hecho, en 2014, fue el país con mejores resultados. Los estudiantes de 15 años obtuvieron una de media de 554 puntos, 60 puntos por encima de la media de la OCDE, dos cursos de ventaja respecto a España.
La importancia de la educación es una máxima en todas las familias que pueden a llegar a desembolsar unos 8.000 dólares (en torno a un tercio del sueldo medio) por cada hijo para las clases de después de la escuela. Cabe destacar que la enseñanza es gratuita y obligatoria de los 7 a los 15 años y el profesorado es muy respetado (sólo el 5% de los aspirantes con mejor nota logra acceder a las escuelas de magisterio). Por otro lado, el sistema está basado en la memorización, dejando de lado la comprensión conceptual y la creatividad. El objetivo principal es que los alumnos adquieran conocimientos. Por ello, aun siendo los primeros en las pruebas de acceso a las universidades internacionales como Harvard o Yale, alrededor de un 44% fracasa por no saber improvisar o trabajar en equipo.
Los estudiantes de secundaria dedican un promedio de 12 horas al campo educativo por día. Pasan en la escuela entre seis y siete horas, más las horas de academia, incluso hay escuelas que ofrecen una cena rápida a las 5 de la tarde para que puedan llegar rápidamente a las academias. Después de pasar dos o tres horas en los centros de apoyo, continúan estudiando en sus hogares. La asociación por los derechos humanos Asunaro entrevistó a más de 6.200 estudiantes, de los cuales, la mayoría aseguró sentirse estresada por llevar al día las tareas educativas y ser competitivos. Además, duermen una media de seis horas, cuando lo recomendado es entre siete y ocho. Aunque el sistema educativo ha demostrado ser muy eficaz y posicionarse en los ránkings, aún quedan muchos inconvenientes. Presenta la mayor tasa de mortalidad por suicidio entre los países miembros de la OCDE. Sobre todo entre jóvenes a partir de los 10 años, donde el principal motivo es la presión para obtener los mejores resultados en los exámenes, especialmente en la prueba de ingreso a la universidad, donde se presentan más de 670.000 estudiantes.
Si no se consigue un título universitario, no se puede conseguir un buen trabajo, ni se puede pertenecer a la élite. No obstante, el suicidio es un tema tabú. Las familias humildes no son capaces de acceder a una educción de élite.
